domingo, 20 de febrero de 2011

No hay de qué sorprendernos


La declaración severa y llena de soberbia de la Secretaria de Seguridad Interna de Estado Unidos, Janet Napolitano al condenar el ataque perpetrado en territorio mexicano contra dos agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas, ICE, por sus siglas en ingles, en el que resultó muerto el efectivo, Jaime Zapata y su compañero, de quien no se ha revelado su identidad, resulto herido, de ninguna manera nos debe sorprender.

Los agentes estadounidenses que fueron verdaderamente “cazados”, como se quiera, trabajaban en nuestro país en labores de investigación con el consentimiento del gobierno de la República, de otra manera no se comprendería la cantidad de despachos que relatan sus tareas anteriores en nuestra frontera norte.

Los dos agentes fueron baleados cuando viajaban entre la Ciudad de México y la de Monterrey, a la altura del estado de San Luis Potosí. Lo que llama la atención es que dichos “expertos” viajaran solos y en un vehículo común y corriente, es decir su camioneta no estaba blindada y no contaban con escoltas.

Es incomprensible que dichos agentes de la ICE, avezados en este tipo de encomiendas tan peligrosas, se permitieran viajar por las desoladas y peligrosas carreteras del país.

Es más, los mismos mexicanos civiles saben de lo peligroso de nuestros caminos a resulta de la guerra que decretó el presidente Felipe Calderón Hinojosa contra el crimen organizado.

Entonces, no se comprende que profesionales de la investigación cometieran la aberración de viajar solos y sin las medidas que indica el protocolo de esas agencias de investigaciones.

La funcionaria, para atemperar su dicho, ofreció a las autoridades mexicanas todos los recursos disponibles para capturar a los responsables de este “crimen que ha sacado a relucir la escalada de violencia y el ambiente de inseguridad que ha obligado a Estados Unidos a elevar al más alto rango de alerta para su seguridad nacional ante la amenaza de los carteles de la droga en México”.

Qué nos anuncia la poderosa miembro del gabinete del presidente Barack Obama, que sus agentes de todas las agencias de Estados Unidos seguirán actuando en el territorio nacional a ciencia y paciencia de las autoridades federales en franca violación a nuestra soberanía nacional.

Ya antes la historia registra otro incidente parecido, “El Caso Camarena”. Es de recordarse que le explotó al gobierno de Miguel de la Madrid. El agente de la Administración de Combate contra las Drogas, DEA, Enrique "Kiki" Camarena Salazar, también en actividades solapadas, fue secuestrado a plena luz del día en 1985 de una calle de Guadalajara, Jalisco, donde estaba asignado por la DEA para una investigación de tráfico de drogas, fue torturado y asesinado.

Después, agentes estadounidenses en represalia secuestraron al el médico jalisciense, Humberto Álvarez Machaín, quien fue sometido a un jurado en Estados Unidos y tras 15 años recuperó su libertad.

Mientras los gobiernos de México sigan permitiendo, en violación flagrante de nuestras leyes, que agentes policíacos extranjeros actúen en nuestro territorio, estos incidentes se seguirán repitiendo. No hay de que sorprendernos.

Periodista y escritor. En teodoro@libertas.com.mx y felapvicemex@hotmail.com  agradeceré sus comentarios y críticas. En vivo, de lunes a viernes a las 20:00 horas, tiempo del centro, en las frecuencias en toda la República de Grupo Radio Fórmula. En la ciudad de México, en el 14 70  de A. M. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, www.clubprimeraplana.com.mx

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