miércoles, 9 de febrero de 2011

El Ejército, aguanta

Con motivo de haberse cumplido, el día de ayer, un aniversario más del Día de la Lealtad - evocación y recuerdo de la marcha de los Cadetes del Heroico Colegio Militar, en apoyo al Presidente Francisco I. Madero-, deseo hacer algunas reflexiones sobre el Ejercito Mexicano, y su situación actual.

Ante todo, los militares mexicanos se encuentran sometidos a dos fuegos. Por un lado enfrentan una guerra contra el crimen organizado, en la que son primera línea de combate y, por el otro, afrontan a organismos nacionales y extranjeros de derechos humanos, que los señalan y culpan de asesinatos por abuso de fuerza, así como de violaciones a garantías fundamentales de la población.

Así, el Ejército mexicano no encuentra justificaciones ni apoyos para su complicada y polémica labor; patrullan las calles y enfrentan a los delincuentes cual si fuera una policía civil.
Ahora bien, al no contar con la capacitación necesaria para efectuar labores civiles, en ocasiones, soldados y oficiales corren el riesgo de cometer errores y abusos como los que ya le han costado la vida a decenas de civiles que han muerto en esta guerra, ya sea en acciones militares donde hubo un uso excesivo de la fuerza y la violencia o en errores o confusiones del personal castrense.
Más aún, existen momentos en que enfrentan a criminales que poseen mucho mejor armamento que las tropas, y que en algunas regiones los superan en número.
Como si lo anterior fuera poco, buena parte de la flota actual de la Fuerza Aérea Mexicana se encuentra en malas condiciones y muchas de las naves de vigilancia o combate con las que cuentan las fuerzas castrenses no sólo son obsoletas, sino que ya no están en condiciones óptimas de seguridad para seguir siendo usadas.

De ahí, los repetidos accidentes que se han registrado en los últimos meses, como la caída de varios helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea que participaban en operativos contra el crimen organizado.

Frente a esto, en diciembre pasado el secretario de la Defensa, GUILLERMO GALVAN GALVAN, se propuso lograr un incremento presupuestal de 13 mil millones de pesos en el presupuesto 2011, que se destinaría, entre otras cosas, al mantenimiento de la flota aérea, así como la creación de 18 nuevos batallones que se ubicarían sobre todo en los estados del norte de la República, donde es totalmente insuficiente la presencia militar.

Pues bien, ante la nula respuesta que obtuvo de Hacienda, los altos mandos castrenses decidieron iniciar sus propios cabildeos con el Congreso para lograr la ampliación de recursos, como hacen muchas otras dependencias federales y sectores.

La petición de los 13 mil millones no fue mal vista ni por PRI ni el PRD; ambos grupos parlamentarios no impugnaron el millonario incremento y conforme avanzaban las negociaciones se veía como un hecho que en la Sedena lograrían su petición.

Sin embargo, unas horas antes de enviar el dictamen final al pleno de la Cámara de Diputados, en una reunión de la Comisión de Hacienda, legisladores del PAN informaron de la contraorden: “El Ejecutivo retira la petición de incremento a la Sedena”, lo anterior, ante la sorpresa del PRI y el PRD que no entendían el cambio repentino cuando los acuerdos ya estaban hechos y los recursos repartidos.

Para sorpresa de todos, la orden para que los diputados panistas pidieran cancelar el incremento de los 13 mil millones a la Defensa Nacional había salido directa y fulminante de Los Pinos. Unas horas antes, el presidente Calderón había llamado a su despacho al secretario Guillermo Galván, Usted no puede andar cabildeando eso con los legisladores”, habría dicho el Presidente a su secretario de Defensa, según diputados que estuvieron cerca de los últimos acuerdos presupuestales.

En la Sedena tuvieron que aguantar tanto el regaño presidencial como la cancelación de la ampliación presupuestal que ya tenían en la bolsa y para la que ya tenían apoyo de la oposición.
Como también, han tenido que aguantar la falta de apoyo del Presidente y su partido para la iniciativa de Ley de Seguridad Nacional propuesta por el secretario de Defensa desde el 19 de febrero de 2009 y como tendrán que aguantar seguramente que el Presidente y los panistas, impulsen la eliminación del fuero militar, luego de que la secretaria de Estado de Washington, HILLARY CLINTON, viniera a decir -en su reciente visita relámpago- que el gobierno mexicano debía seguir con su estrategia de lucha contra el narco, castigando los abusos de las fuerzas militares.

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